miércoles, 6 de junio de 2007

MEDICINA FAMILIAR: HISTORIA DE LA SEGURIDAD SOCIAL EN MEXICO

SEGURIDAD SOCIAL




Los servicios médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (1940-1952)



Los inicios


El 31 de diciembre de 1940 por decreto presidencial se reformó la Ley de Secretarías y Departamentos de Estado, creándose la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, donde se empezaría a gestar como práctica la seguridad social. Se contemplaba en dicho proceso a los servicios médicos. Seis meses después, el 18 de junio de 1941, se firmó el acuerdo por el cual se conformó una comisión técnica encargada de elaborar un proyecto de ley sobre seguros sociales. La comisión estuvo formada por autoridades gubernamentales, representantes empresariales y líderes sindicales; los tres grupos se ocuparían de financiar lo que sería el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).


En el Diario Oficial del 10 de enero de 1943 se publicó la Ley del Seguro Social, firmada por el presidente de la República, Manuel Ávila Camacho. La ley señalaba que el IMSS era un organismo descentralizado, con personalidad jurídica propia, sostenido económicamente por el Estado, los patrones y los empleados.

Sus beneficiarios eran básicamente los empleados asalariados del sector privado y sus familiares; sus acciones se orientaban a otorgar servicios en caso de accidentes de trabajo, enfermedades profesionales, enfermedades no profesionales, maternidad, invalidez, vejez, muerte y cesantía en edad avanzada. Antes de fundarse el IMSS los empleados de las empresas tenían que obtener de los patrones el pago total o parcial de su atención médica, o ellos mismos tenían que sufragar el pago de los servicios o a través de sus representaciones sindicales. En el Distrito Federal el 6 de enero de 1944 se otorgaron los primeros servicios médicos en el único consultorio con que se disponía, ubicado en el número 10 de la calle 16 de Septiembre, donde además existían oficinas administrativas del IMSS.


A partir de su fundación el IMSS ha tenido un papel protagónico en la atención médico-hospitalaria nacional; su desarrollo ha sido muy amplio no sólo debido al mecanismo de financiamiento sino también en cuanto a criterios normativos y técnicos de atención médica.

La creación del IMSS no fue fácil, hubo férrea oposición, de tal magnitud que el 27 de marzo de 1944 un hospital de la institución que se encontraba en la Plaza del Carmen, San Ángel, fue asaltado y destruido su mobiliario e instrumental. Una manifestación de más de mil obreros atacó el hospital, inaugurado tan sólo tres días antes.


Cuatro meses después, el 20 de julio de 1944, en el Zócalo de la ciudad de México hubo un motín; varios representantes sindicales hablaron a incitaron a los trabajadores a la agresión. El resultado de discursos y excitaciones fue un inesperado ataque de los manifestantes contra carros de bomberos, destrucción de vehículos y saqueo de comercios; cuando menos hubo un muerto y varias decenas de heridos.

La oposición al IMSS también se expresó en diferentes medios de comunicación, sin embargo hubo periódicos como El Popular y El Nacional (hoy desaparecidos), la radiodifusora XEW y revistas como Seguro Social y ¡Surge!, Esta última órgano del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, que manifestaron la legitimidad, solidaridad y beneficios del IMSS.



Los que hicieron los servicios del IMSS: hombres limpios y voluntarios


El ingeniero Miguel García Cruz, uno de los fundadores del IMSS, escribió un artículo que tituló Médicos cuyos nombres pasarán a la historia de la ciencia médica de la seguridad social, publicado en Nuestra Gente, revista al servicio de la seguridad social de diciembre 1 de 1967;18:17-18. El artículo decía:

«Ya es un hecho reconocido por los más enterados y estudiosos que el análisis, la programación y el inicio de los servicios médicos de la seguridad social, estuvieron a cargo de un distinguido y dilecto grupo de especialistas médicos que sin escatimar esfuerzos, recursos materiales, morales, intelectuales y espirituales, se consagraron por entero a estudiar y eslabonar la ciencia médica hacia los nuevos horizontes que demandaba la seguridad social. Entre los pioneros o proceratas, creadores de la medicina de la seguridad social, durante los primeros años pueden mencionarse los siguientes: »Doctor Arnoldo Saldívar Silva, distinguido en la organización de clínicas, hospitales, cajas regionales locales, que a través de los años administró con idoneidad.

»Los doctores Mario Madrazo Basauri, Pablo Ruelas Quintanar, Adán Mercado Cerda, Antonio González Cárdenas y Luis Fermín Cuéllar, sentaron las primeras bases de organización y funcionamiento de las clínicas y hospitales directos y subrogados. »El doctor Alfonso Mejía Schoroeder, con idoneidad y entusiasmo trabajó diligente en atención domiciliaria y en el cuadro básico de medicamentos.

»Los doctores Ignacio Guzmán Garduño y Antonio Santos Guajardo prestaron relevantes servicios en la organización y funcionamiento de puestos de fábricas y clínicas periféricas. »El doctor Guillermo Álvarez tuvo la responsabilidad de estudiar, planear y poner en funcionamiento los servicios de odontología. »En la rama de Riesgos Profesionales o Medicina del Trabajo de la Seguridad Social trabajaron con denuedo y desbordante entusiasmo los señores doctores Alfonso Millán Maldonado y en 1944, González Ancira, Alejandro Olivera Acosta, Alfonso Acosta Cano, Lazo Cerna y Enrique Arreguín, quienes programaron, para tecnificar y reglamentarla, esta rama de la seguridad social.»

En párrafos siguientes el ingeniero García Cruz expresó:

«Hubo además el intento al fin frustrado de construir cuatro unidades hospitalarias monumentales en los puntos cardinales de la ciudad de México, propósito que sólo tuvo el defecto de considerar primero la construcción total y hasta el final implantar el Seguro Social, para iniciar la prestación de los servicios. »En la jefatura de las primeras unidades clínico-hospitalarias y de servicios especializados, que estableció el instituto se recuerda con reverencia y atención a los jóvenes doctores de entonces: Tito Rivera Cortés, Manuel Aceves Pérez, Antonio Ríos Vargas, Federico Molas, Carlos Aguerrebere, Carlos Zamarripa, Abraham Morales, Francisco Sierra, Jesús Domínguez, Alfonso Diaz Infante, Daniel Méndez, Antonio Hernández Ugalde, José Martínez Hernández, Raúl Conzález Enríquez y José de Jesús Domínguez. A los nombres anteriores hay que agregar los de Gaudencia Conzález Garza y Guillermo Dávila Guerra, médicos que tuvieron puestos directivos en la estructura médica del IMSS.


Primeros establecimientos médicos


Durante 1944 se acondicionaron diversos locales para establecer hospitales, clínicas y puestos de fábricas; su funcionamiento fue difícil debido a la escasez de equipo, instrumental y mobiliario, recursos que provenían de Estados Unidos y Europea, naciones inmersas en la Segunda Guerra Mundial. Por otra parte, hubo necesidad de rentar instalaciones médicas privadas y cancelar contratos y convenios que empresas patronales y sindicatos de trabajadores tenían celebrados con sanatorios, clínicas y médicos particulares.

Unidad de atención médica pionera fue el Sanatorio Núm. 1, también conocido como Hipódromo por encontrarse en predios que fueron utilizados para carreras de caballos; inmueble de ocho pisos ubicado en la esquina que forman las avenidas México y Michoacán que originalmente había sido el Hotel Ambassador. Los servicios médicos se iniciaron en enero de 1944, el doctor Adán Velarde fue su primer director. En abril, tres meses después, el IMSS adquirió una clínica privada localizada en Gabriel Mancera que se destinó a maternidad. En un principio muchas de las unidades médicas no contaban con farmacia; en el Distrito Federal, en el número siete de la calle Ignacio Mariscal, existió un edificio donde se acondicionaron consultorios y una farmacia central, donde los derechohabientes se abastecieron de medicamentos; situación semejante aconteció en cuanto a los análisis clínicos, se contó con un laboratorio central en la calle de Palma Norte número 506; situación parecida se presentó en otras partes del país. Pocos meses después de creado, el IMSS empezó a construir sus propios establecimientos, iniciándose la historia de un modelo de atención médico-hospitalaria singular: surgieron clínicas y hospitales peculiares, con valores normativos particulares, aparecieron inmuebles institucionales no necesariamente oficiales, con estructuras organizacionales especiales.




Se inicia la expansión


En el sexenio 1946 a 1952, Antonio Diaz Lombardo fungió como Director General del Instituto, y como encargados de los aspectos médicos los doctores Mario Quiñones, Horacio Uzeta y Alejandro Malo. Para entonces el Instituto ya contaba con servicios no sólo en el Distrito Federal, los había también en Puebla, Nuevo León, Jalisco, Veracruz, Tlaxcala, Tamaulipas, México y Oaxaca, contándose al terminar dicha administración con 1698 camas de hospital y 42 clínicas, terminándose la construcción de La Raza en el Distrito Federal y de los Hospitales de Monterrey y Acapulco.

En dicho sexenio fueron becados por el IMSS cinco profesionales para especializarse en administración de hospitales en Estados Unidos: doctores Carlos Barrera, Manuel Barquín, Martín Luis Guzmán, Carlos Zamarripa y contador Julio Olavarría. Constituyeron la primera generación mexicana que se preparó en dicha disciplina, base importante para normar, planear, organizar y evaluar unidades y programas médicos del IMSS.

A cuatro años de fundado el IMSS, el 14 de enero de 1948, el diario Excélsior en una nota a ocho columnas en primera plana decía:

La falta de previsión económica por parte de quienes hace cuatro años organizaron el Instituto Mexicano del Seguro Social, la demagogia que inspiró sus trabajos, la oposición a Estados Unidos, país que por conducto de Nelson A. Rockefeller ofreció financiar el vasto programa de seguros contra enfermedades generales y maternidad, contra riesgos profesionales y contra invalidez, vejez y muerte; sentenciaron al IMSS, desde sus comienzos, a una segunda bancarrota y, lo que es peor, a convertirse en un posible fraude nacional.

La nota añadía que el déficit anual del IMSS ascendía a 21 millones de pesos, y ello se debía a las reformas que a la Ley del Seguro Social envió el presidente Alemán en diciembre al Congreso de la Unión, que fijaron un aumento en las cuotas que el patrón, el obrero y el gobierno debían pagar al IMSS; esta declaración no fue negada, la atención médica siguió proporcionándose y la cobertura se amplió.

Colofón: En estas líneas se han recordado antecedentes y hechos de la atención médica del Instituto Mexicano del Seguro Social que acontecieron entre 1940 y 1952, tiempos a veces no fáciles en los que hubo visionarios, y quizás soñadores.

Medicina del tercer milenio

Introducción

Nos encontramos ante una revolución tecnológica equiparable a la de 1751, cuando los grandes pensadores ilustrados de la época se dieron a la tarea de imprimir la Enciclopedia, un diccionario razonado de ciencias, artes y oficios que reunió en 17 volúmenes casi todo el conocimiento del siglo XVIII, dando inicio a lo que Alvin Toeffler llamó el surgimiento de la segunda ola, la cual hizo posible el florecimiento de las ciencias, inclusive aquéllas que tratan del hombre en un contexto económico y social. Con ello se dio lugar a la revolución industrial y a grandes movimientos sociales dentro de los que destacó la independencia de las naciones del Continente Americano. Vivimos en un mundo cambiante dentro de un proceso continuo de globalización. Tecnologías emergentes (entre las que destacan los transportes y las telecomunicaciones) han modificado nuestro mundo transformando nuestra aldea global (cuadro I). La ciencia y la tecnología entre muchas otras cosas permiten el acceso al espacio y a los océanos, la obtención de alimentos biotecnológicos, el aprovechamiento de la energía solar, el control de la contaminación, la clonación, el aumento en la expectativa de vida.

Conforme nos aproximamos al tercer milenio, nuevas formas de interdependencia caracterizan nuestra relación con naciones extranjeras, particularmente con los Estados Unidos de América del Norte y Canadá. Nuevas palabras han entrado en nuestro vocabulario: acreditamiento, automatización, capacitación, certificación, globalización, integración, ISO 9000, reingeniería, reversión, robótica, telemedicina; generando confusión e incertidumbre, y en cierto modo la necesidad de comprender el presente para prever el futuro.

DIFERENCIAS FUNDAMENTALES ENTRE LA ERA INDUSTRIAL Y LA ERA TECNOLOGICA

Era industrial

Era tecnológica

Autocracia

Democracia

Nacionalismos

Globalización

Economía proteccionista

Economía abierta

Organización estructural

Organización por procesos

Valor = inventarios

Valor = conocimiento

Trabajo muscular

Trabajo cerebral

Medicina curativa

Medicina preventiva

Sistemas manuales

Sistemas automatizados

Innovación gradual

Innovación acelerada

Decisiones en juntas

Decisiones en tiempo real

Comunicación por correo

Internet

Futurología

Podría pensarse que la predicción del futuro es ocupación de los escritores de ciencia-ficción y no de un profesional en patología clínica (definida como la especialidad médica que aplica el método científico y los avances tecnológicos del laboratorio clínico al estudio del ser humano para la toma de decisiones médicas basadas en evidencias sólidas); sin embargo, resulta clara la preocupación y necesidad de anticipar, para prevenir problemas.

Pensamiento mágico

En su interés por adivinar al futuro, el ser humano ha empleado el enfoque mágico usando cartas, piedras, oráculos, monedas y otros objetos. Esta preocupación queda de manifiesto en el I-Ching o El libro de las mutaciones, que con sus aproximados tres milenios de existencia es probablemente el texto más antiguo que la humanidad ha conservado y constituye una de las manifestaciones más importantes de la literatura. Es un texto oracular de tiempos mitológicos que contiene la sabiduría china en materia de ciencias estatales, filosofía de la vida y pensamiento religioso, en una raíz conjunta y conciliadora de las doctrinas de Confucio y Lao Tse (Taoísmo). Ha ejercido una influencia notable en las ciencias, la psicología y la literatura de Occidente, incluyendo al Instituto Tecnológico de Massachussets, donde el autor Chino RGH Siu ha escrito “the man of many qualities, a legacy of the I-Ching”.

Pensamiento científico

Para construir al futuro es necesario conocer el pasado y comprender al presente. Desde este punto de vista resulta indispensable contar con datos sólidos para analizar estadísticamente y establecer conclusiones válidas (cuadro II). La estadística es la rama de las matemáticas que se encarga de la colección, organización, análisis e interpretación de datos numéricos, tanto para el diseño experimental como para la adecuada toma de decisiones en momentos de incertidumbre. Los censos mundiales, por ejemplo, proporcionan información preocupante. La población mundial se duplica cada 35 años. De manera que si en 1965 la humanidad estaba conformada por tres mil millones de individuos, para el año dos mil seremos seis mil millones y para el 2012 se estima que existirá una población de al menos 12 mil millones, lo que en suma representa innumerables retos por resolver. La evolución ocurre en el tiempo y en el espacio, sin embargo no se trata de una regresión lineal. Es claro que en este proceso nuestra realidad actual es modificada de manera continua por factores diversos. A modo de esquema podríamos entender esto como un río que fluye de manera laminar o turbulenta dependiendo de factores intrínsecos a los que podríamos llamar mega tendencias, las cuales sumadas a factores externos (positivos y negativos) determinan la posición de aquéllos que se encuentran dentro de las olas del cambio. Las tendencias son afectadas por los factores extrínsecos del cambio generando puntos de inflexión, los cuales finalmente tienen el potencial de modificar el statu quo. El punto central del cambio es lo que denominamos crisis. El resultado final podrá ser benéfico o dañino dependiendo de:

Si el manejo es el adecuado, centrado en fortalezas y oportunidades, ocurrirá el éxito. Si se adopta una actitud pasiva centrada en debilidades y amenazas el desastre será prácticamente seguro.

Conforme a la teoría general de sistemas el hombre se encuentra en la cúpula de la escala biológica y en la base de la escala social. En consecuencia ocupa un papel central en la determinación del futuro de nuestro planeta. Sobre la base de la misma teoría (figura 2), las estructuras (naturaleza) y los procesos (evolución) determinan los resultados (vida futura). El sistema se encuentra en una lucha continua entre el orden y el desorden (cosmos versus caos). Para mantener el equilibrio (homeostasis) se requiere de un nivel básico de energía (entropía); para alcanzar las metas (crecimiento y desarrollo), de energía adicional (entalpía). El descontrol de los sistemas genera problemas (patología), de ahí que los sistemas de retroalimentación positiva y negativa (servomecanismos) sean indispensables. Se trata en suma de un proceso continuo de aprendizaje y mejora continua.

Multidisciplina y salud

La salud es un fenómeno complejo en el que intervienen factores económicos, políticos, tecnológicos, ecológicos y culturales. Es clara la urgencia de que a principios del siglo XXI se logre un acuerdo económico internacional análogo al de 1946, cuando en Bretton Woods las naciones aliadas de la Segunda Guerra Mundial establecieron el Fondo Monetario Internacional, institución que a sus 52 años de edad requiere evolucionar hacia esquemas más equitativos, en los que participen países de todo el mundo. El problema de la deuda externa internacional es un problema político-financiero que de alguna manera deberá ser resuelto antes de poder hablar de un futuro saludable para toda la humanidad. Los líderes actuales deben ser capaces de anticipar as transformaciones más que simplemente reaccionar ante ellas. Como ya se mencionó, para predecir el futuro primero es indispensable comprender la realidad actual. La piedra angular de la filosofía moderna es el reconocimiento de que la verdad es un concepto abstracto, evolutivo y dinámico, por lo que siempre debemos estar en una búsqueda constante. En el ejercicio de la medicina existen dos importantes retos tecnológicos a vencer en el próximo siglo:

· Reto 1. Cuantitativo = suficiencia. Propiciar la integración nacional de los servicios de salud para garantizar la cobertura y acceso de toda la población a los máximos avances científicos y tecnológicos.

· Reto 2. Cualitativo = calidad. Brindar un trato humanista y respetuoso del individuo, preservar los valores fundamentales de la medicina y otorgar el máximo beneficio con el menor riesgo y costo.

En la actualidad vivimos un cambio acelerado, los signos y los síntomas están por todas partes. En nuestro país, al igual que en naciones europeas e incluso dentro de los mismos Estados Unidos de América del Norte, observamos en materia de atención médica que:

· Como consecuencia de problemas económicos y políticos existe insuficiencia e incompetencia en los servicios de salud, simultáneas a la urgente necesidad de establecer programas de mejoría continua de la calidad, acreditamiento de servicios y certificación de los profesionales de la salud.

· En el sector público existen movimientos descentralizadores en los que los gobiernos se mueven hacia una posición más reguladora y menos operativa.

· Los sectores sociales modifican esquemas tradicionales de regulación y operación.

· En el medio privado participan nuevos actores en el escenario, incluyendo empresarios nacionales y cadenas internacionales, en calidad de organizaciones articuladoras de sistemas integrales de salud (que son el equivalente nacional de las Health Management Organizations de los Estados Unidos).

· En los hospitales privados existen desacuerdos entre médicos, administradores y aseguradoras.

· Pacientes cada día más y mejor informados por medios escritos y electrónicos ponen en tela de juicio las decisiones de los médicos.

· Los abogados aprovechan la situación y demandan a médicos y hospitales; surge con ello la Comisión de Arbitraje Médico.

Mientras nos encontramos inmersos en el fenómeno de denominado transición epidemiológica, la medicina se transforma. La atención actual es eminentemente sintomática y curativa; la del futuro será más molecular y preventiva. Las últimas décadas del segundo milenio pasarán a la historia de la medicina como la era en la que se dieron los primeros pasos de la biología molecular. A finales de la década de los noventa representa ya una poderosa herramienta en el estudio y manejo de los pacientes. Como se anticipó hace apenas algunos años, esta especialidad ha pasado de los laboratorios de investigación a los laboratorios clínicos. Con el progreso de la instrumentación, de la robótica y de la informática, cada día será más fácil atender a un gran número de pacientes, manejar grandes volúmenes de muestras y de información, lo que permitirá aumentar la aplicabilidad reduciendo costos. La utilización extensiva de estos procedimientos será la consecuencia lógica de su gran sensibilidad, especificidad y oportunidad diagnóstica.

En esta época de caos es satisfactorio constatar que en gran medida la evolución de la ciencia médica y de la tecnología ha ocurrido de manera armónica y secuencial. Los descubrimientos científicos nos han permitido comprender con claridad creciente los mecanismos intrínsecos de la vida. Desde nuestra perspectiva, dos descubrimientos científicos destacan de manera singular:

· La descripción de la estructura tridimensional del DNA.

· El descubrimiento de las enzimas de restricción, polimerasas y transcriptasas.

Consecutivamente el conocimiento científico ha permitido el desarrollo de recursos tecnológicos, dentro de los que a su vez destacan la ingeniería genética y la biotecnología, disciplinas con los que el hombre ha logrado incrementar su capacidad al amplificar y transformar el código genético, los fenómenos vitales y los productos que de ellos derivan.

En la medicina del tercer milenio observaremos un impacto significativo de la biología molecular tanto en el estudio de los agentes causales (virus, bacterias, hongos, parásitos) como en el hospedero (sano y enfermo), lo que en consecuencia generará un diagnóstico más sensible y específico, que en consecuencia nos llevará gradualmente a un mayor énfasis en medicina prenatal y medicina preventiva con un desplazamiento de la medicina curativa y sintomática. La ingeniería genética, la biotecnología, la biología molecular tendrán impacto en la producción masiva de alimentos y medicamentos además de aplicaciones preventivas, eugenésicas y terapéuticas, incluyendo al prodigio de la clonación y las terapias genómicas, que en la actualidad ya han provocado debates éticos, políticos y filosóficos. El cambio de la medicina no sólo derivará de estas áreas; ocurrirá también como resultado de otras, dentro de las que la cibernética y la informática jugarán un papel fundamental.

Calidad: De acuerdo con la definición de la Organización Internacional de Estándares (ISO), calidad es la capacidad de satisfacer expectativas; de ahí que resulte interesante analizar las posibles expectativas y temores de los principales participantes en el proceso de atención médica (cuadro VI). El conocimiento, comprensión, armonización y respeto de todas las expectativas puede llevarnos a una relación del tipo ganar-ganar, la cual se debe iniciar a partir de la etapa escuchar-escuchar. Resulta claro que en el presente requerimos, y en el futuro tendremos, una mayor participación de la sociedad. Esto es el resultado de necesidades intrínsecamente humanas por lo que se manifiesta naturalmente más como una necesidad que como una teoría filosófica.

Los ingredientes fundamentales de la democracia:

La democracia se da a través de un proceso educativo gradual. Así como la violencia es instintiva, la paz es cultura. La democracia es parte de la mejora continua de la humanidad, se trata de un problema de ética y de educación. Aunque todavía predomine una actitud de conspirar contra la calidad, debemos fomentar el desarrollo de los hábitos de la superación continua. Importante será reconocer que en el plano material no existe el sistema perfecto, simplemente existen sistemas que satisfacen o no, y todos son siempre mejorables. Los mejores son aquéllos que además de ser los más equilibrados en sus estructuras y en sus procesos, cuentan con herramientas de retroalimentación, regulación y autocontrol a través de indicadores de desempeño y de mejora continua; son los más flexibles, los menos polarizados. La adaptación continua es un elemento indispensable en la evolución de las especies incluyendo al ser humano.

Conclusión

Si bien es cierto que el futuro de los sistemas de salud depende en gran medida del reordenamiento político y económico internacional, es fundamental darnos cuenta de la importancia del pensamiento global con acciones locales. Debemos esforzarnos por llevar a cabo lo que definimos como la reingeniería de los sistemas de salud: adecuar las estructuras y los procesos de la era industrial a la era tecnológica. Conviene recordar a Wilfrido Pareto (1848-1923) con su teoría 80/20, quien afirmaba que 80 % de los efectos se explican por 20 % de las causas, y hacía énfasis en la importancia de saberlas identificar y controlar.

Reflexión final: Muchas veces se habla de los buenos tiempos. Existe quien piensa que el cambio está generando el caos; algunos otros pensamos que el hombre es el responsable de su propio destino y que en el momento actual está viviendo una encrucijada. Nunca ha existido un momento tan amenazante y tan prometedor. Somos la primera generación que de manera práctica tiene el futuro en sus propias manos.


Podemos autodestruirnos o cambiar y decidirnos a participar conscientemente en el proceso evolutivo. Parece que no queda mucho tiempo para esto. El cosmos aún se encuentra en el proceso evolutivo, los seres humanos tenemos el privilegio de encabezar este movimiento en nuestro planeta. Dentro de ellos, los médicos tenemos la responsabilidad de proteger la vida humana y de hacer respetar los valores fundamentales de la medicina. Vivimos un momento en el que existe la oportunidad de madurar y de crecer de manera consciente o el riesgo de perder todo.


El hombre moderno ha perdido capacidad de asombro, tiene una rara dificultad para percibir el presente, existe un extraño fenómeno de aturdimiento que bien puede ser el efecto de los mecanismos de defensa del subconsciente. En nuestra sociedad tenemos la opción de la desorganización inercial pasiva versus la reorganización activa e inteligente. Aunque la primera parezca mas cómoda estamos convencidos de que la segunda representa una mejor opción. Urge entrar en un proceso de co-evolución en el que además de tener un desarrollo científico-tecnológico ocurra un nuevo orden axiológico basado en valores fundamentales: · Basemos nuestras acciones en la ética y en la verdad. · Cuidemos las actitudes y los detalles. · Esforcémonos por alcanzar metas y objetivos. · Pensemos globalmente y actuemos de manera local.

Cito a Jaime Torres Bodet:

El mexicano del porvenir habrá de corresponder a un tipo leal, honrado, limpio, enérgico y laborioso; que quiera a su patria entrañablemente, sin necesitar engañarse para quererla, sobre los males y las flaquezas que aún la agobian y que sea digno de comprender esas flaquezas y aquéllos males, no para exagerarlos con la ironía o el pesimismo, sino para corregirlos con el trabajo, con el sacrificio, con la virtud.


Un tipo de mexicano veraz en todo; veraz con sus semejantes y veraz consigo mismo, fiel a la palabra; superior a las mezquindades del servilismo gregario y la adulación; que no se cruce de brazos ante las dificultades, esperando que lo salven de ellas, tardíamente, un golpe de suerte, un medro ilegítimo, una astucia vil. Un ser que no abdique de su derecho por timidez, o por negligencia, pero que no los ejerza de manera abusiva y que, sobre todo, jamás olvide que la garantía interna de esos derechos radica en el cumplimiento de los deberes, porque sin el cumplimiento de los deberes, cualquier derecho resultaría un privilegio exclusivo y excepcional; un ser que ame la vida y que la enaltezca. En fin, un tipo de ciudadano capaz de juzgar de las cosas y de los hombres con independencia y con rectitud, porque sea capaz de juzgarse a sí propio antes que a los otros y que sepa que, por encima de la libertad que se obtiene como un legado, el destino de los pueblos coloca siempre la libertad superior: la que se merece. Si logramos que el sistema de salud sea exitoso en la tarea de anticipar el futuro, podremos transformarlo en el motor del progreso social. Los sistemas de atención médica deben organizarse para satisfacer criterios de calidad y no sólo para satisfacer los conflictivos intereses profesionales y financieros de empresarios, médicos, hospitales, laboratorios y compañías de seguros. La meta debe ser excelencia en medicina, definida ésta como el proceso continuo de satisfacer las legítimas expectativas de los pacientes. No debemos olvidar que es tan importante comprender al enfermo que tiene la enfermedad, como a la enfermedad que tiene el enfermo.



1 comentario:

Cesar Dionicio dijo...

visiten este espacio y enriquescan lso datos en el vertidos.