miércoles, 27 de junio de 2007

DEMENCIA:

DEMENCIAS

DR. CÉSAR DIONICIO DECANINI MORALES



INTRODUCCIÓN:

El proceso de envejecimiento siempre ha despertado un gran interés y suscitado especulaciones sobre sus causas y sobre los factores que fijan un límite a la duración de la vida de los seres humanos y de los animales. A lo largo del siglo XIX, el progreso de las ciencias experimentales impulsa la elaboración de teorías gerontológicas que explican de forma parcial los mecanismos del envejecimiento y destacan aquellos aspectos de interés en relación con los avances contemporáneos de la biología y de la medicina.

El foco de la investigación sobre el envejecimiento se ha ido desplazando desde el análisis estadístico de la longevidad de las poblaciones y la pérdida de rendimiento de los sistemas fisiológicos hasta el presente auge de la gerontología celular y molecular. Puesto que el envejecimiento influye en todos los procesos de organización biológica, desde la molécula hasta el sistema fisiológico, no puede sorprender la aparición de numerosas teorías gerontológicas para explicar las alteraciones que se encuentran en los distintos sistemas investigados.

El estudio comparativo del envejecimiento en numerosos tipos celulares de insectos y mamíferos en algunos laboratorios ha resultado provechoso, así como la evaluación de estos resultados desde el punto de vista del análisis de sistemas. Los datos obtenidos en cada nivel de organización biológica deben contrastarse con la información disponible sobre los efectos del envejecimiento en organizaciones superiores e inferiores. Este enfoque metodológico permite una prueba rigurosa de las teorías gerontológicas, ya que los mecanismos propuestos deben ser compatibles con todos los cambios que se observan al envejecer desde el nivel molecular hasta el fisiológico.

De este modo, no sólo es posible confirmar la veracidad de los conceptos teóricos, sino también aclarar la cadena de causas y efectos que, a partir de lesiones moleculares del genoma, conduce a los cambios fisiopatológicos que sientan las bases para las enfermedades degenerativas ligadas a la edad. Algunos conceptos que han gozado de gran aceptación deben abandonarse por estar en desacuerdo con los resultados experimentales. Una explicación lógica del proceso de envejecimiento sólo puede obtenerse integrando una selección de teorías clásicas y modernas.

Los fibroblastos humanos pierden su capacidad mitótica tras, aproximadamente, 50 divisiones en cultivo, y en cambio los de otras especies agotan dicha capacidad tras sólo 20 divisiones. La hipótesis inicial mantenía que la pérdida de capacidad mitótica es idéntica al envejecimiento celular. Esta confusión entre dos fases distintas del ciclo celular dificultó la definición de aquellos mecanismos del proceso de envejecimiento celular que fueran relevantes no sólo para el «envejecimiento» in vitro, sino también para el envejecimiento celular normal in vivo. No es probable que, tal como se propuso inicialmente, las células contengan un «reloj mitótico» y que el envejecimiento y la muerte celular se produzcan cuando este mecanismo cuenta-divisiones finaliza su programa.





Definición de envejecimiento.
El envejecimiento puede definirse como la suma de todas las alteraciones que se producen en un organismo con el paso del tiempo y que conducen a pérdidas funcionales y a la muerte. Esta definición apunta la idea de establecer mecanismos fisiológicos comunes entre el desarrollo y el envejecimiento. De hecho, el envejecimiento se entiende mejor desde el prisma del desarrollo. Un problema fundamental relacionado con la definición del envejecimiento es la determinación del momento en que éste se inicia. Puede considerarse que el envejecimiento se inicia cuando finaliza el desarrollo. No obstante, el comienzo del envejecimiento debe tomarse como un parámetro relativo. Una deportista dedicada a la gimnasia rítmica puede considerarse «mayor» a la edad de 25 años; sin embargo, para la mayoría de las actividades de la vida, no se considera que esta persona sea anciana. Algunos autores consideran que el envejecimiento se manifiesta a partir del momento de la máxima vitalidad (alrededor de los 30 años en el hombre).



En cualquier caso, la mayoría de los autores coinciden en señalar que cuando termina el proceso del desarrollo somático, empieza el proceso del envejecimiento. El estudio del envejecimiento se complica por el hecho conocido como envejecimiento diferencial: no todos los individuos envejecen al mismo ritmo, ni todos los órganos y sistemas del mismo individuo lo hacen a la vez. Existe, pues, un envejecimiento diferencial entre individuos de la misma especie y entre órganos del mismo individuo.


Este envejecimiento diferencial se describirá más adelante. Un aspecto relevante, desde el punto de vista celular es que sólo envejecen las células posmitóticas, es decir, aquellas que han perdido la capacidad de dividirse. Sin embargo, Hayflick, en los años sesenta, utilizando células en cultivo demostró que el número de divisiones que puede sufrir una célula está determinado genéticamente y definió el denominado «límite de Hayflick» como el máximo número de divisiones que pueden darse en una célula antes de que ésta degenere y muera. Según esta teoría, el límite de Hayflick estará relacionado con la diferenciación y no con el envejecimiento celular. Así, las células dejaron de dividirse porque se han diferenciado y no porque han envejecido. Parece que la longevidad máxima de una especie está determinada genéticamente.


En la especie humana ésta sería de alrededor de unos 120 años, aunque no existen registros adecuados de su longevidad máxima. En algunas aldeas del Cáucaso, en Siberia y en algunos poblados andinos del Ecuador, se ha informado de la existencia de personas de 130 años, y aún más. Sin embargo, la edad de estas personas no está perfectamente documentada y, por el momento, la máxima longevidad de nuestra especie se debe cifrar en unos 120 años.


Un concepto relacionado y quizá más restrictivo, que el de envejecimiento es el de senescencia. Por la senescencia se entiende el conjunto de cambios involutivos que ocurren en las fases finales de la vida, que conducen a alteraciones morfológicas y funcionales, y en último extremo causan la muerte. Así, el envejecimiento empieza en edades tempranas, quizá juveniles, de la vida. La senescencia en cambio, ocurre en las edades finales de la vida en las cuales los cambios involutivos que conducen a la muerte se hacen más patentes.




Envejecimiento humano:

Se define mejor como el empequeñecimiento de la reserva homestasica de cada sistema de órganos (homeoestenosis), inicia en el tercer decenio de la vida y es gradual, lineal y variable entre las personas. Cada sistema es afectado en forma individual e independiente a otros órganos y resulta influido por la dieta, ambiente y hábitos personales.



Características del envejecimiento.


1. Aumento de la tasa de mortalidad. La curva de supervivencia muestra que la tasa de mortalidad se mantiene relativamente constante para luego acelerarse bruscamente en las fases tardías de la vida.
2. Cambios en la composición del organismo. (Disminución de la masa magra y un aumento de la proporción de grasa en el organismo).
3. Incremento del contenido de lipofuscina en las células, además de un aumento de entrecruzamientos en las matrices de moléculas de colágeno.
4. Disminución de la actividad enzimas antirradicales libres de oxígeno, por ejemplo la glutatión-reductasa y la glucosa-6-fosfato-deshidrogenasa (G-6-PDH) e facilita la desestructuración de proteínas y ácidos nucleicos. Estos cambios moleculares conducen a alteraciones sutiles en las células y los tejidos que dificultan el mantenimiento de la homeostasis, típica perturbación delos organismos envejecidos.
5. Deterioro general del organismo.
6. Mayor susceptibilidad del organismo envejecido a enfermedades de varios tipos. (Deterioro del sistema inmunológico). Mientras que la respuesta a antígenos exógenos se ve disminuida, la respuesta a los endógenos aumenta. Esto conduce a una mayor incidencia de enfermedades auto inmunes. Estudios recientes han demostrado que es posible mejorar la competencia del sistema inmunitario mediante la administración de antioxidantes, entre ellos las vitaminas C y E.


DEMENCIAS


La demencia es una deficiencia en la memoria de corto y largo plazo asociada con problemas del pensamiento abstracto, problemas con el juicio, otros trastornos de la función cerebral y cambios en la personalidad. El trastorno es lo bastante severo como para dificultar significativamente la capacidad para realizar las actividades rutinarias.

Gracias a los avances en epidemiología, genética y biología molecular, aumenta la comprensión de la fisiopatologia de esta enfermedad

La demencia de Alzheimer constituye una de las enfermedades más devastadoras para un individuo, pues significa la declinación paulatina e irreversible de todas las funciones cognoscitivas. Al final de su existencia, los pacientes han perdido la memoria, la capacidad para pensar y comunicarse e, incluso, su propia personalidad. Para la familia representa también una calamidad, pues asisten a la desintegración intelectual de un ser querido, que llega a convertirse en una persona extraña para ellos, con pautas de comportamiento inapropiadas y dependiente hasta en las actividades más elementales como comer, bañarse o vestirse.

A partir de estudios poblacionales efectuados en el mundo entero, los científicos coinciden en afirmar que 10% aproximadamente de las personas mayores de 65 años sufren la enfermedad, con una prevalencia cada vez mayor a medida que el individuo envejece. Mientras que a los 60 años 3% de los sujetos cursan con este tipo de demencia, la proporción se eleva hasta 50% cuando alcanzan la edad de 85 años.

El impacto para la sociedad es enorme, especialmente en países desarrollados que tienen una proporción mayor de población longeva y los programas de seguridad social tienen una cobertura más amplia. Tan sólo en Estados Unidos, la enfermedad de Alzheimer afecta a 4 millones de personas, con 250.000 casos nuevos diagnosticados cada año y 100.000 decesos anuales por esta causa. Desde el punto de vista económico las cifras son alarmantes, pues los costos de atención generados por estos pacientes alcanzan la cifra de 67 mil millones de dólares anuales. Hacia el futuro, los estimativos son aún más desoladores, pues la demencia de Alzheimer será la epidemia del próximo siglo ya que se estima que para el año 2050, cerca de 14'000.000 de estadounidenses estarán enfermos.


LA DEMENCIA SENIL.

Síndrome mental orgánica que se caracteriza por un deterioro de la memoria a corto y largo plazo, asociado a trastornos del pensamiento abstracto, juicio, funciones corticales superiores y modificaciones de la personalidad. Todas estas alteraciones son lo suficientemente graves como para interferir significativamente en las actividades de relación, laborales o sociales. Aunque el concepto es similar en el DSM-IV no se hace distinción entre trastornos y síndromes mentales orgánicos, introduciendo todos los tipos de demencias en el concepto de demencia como trastorno cognoscitivo. La edad de comienzo de la demencia senil es después de los 65 años, aunque existe otra demencia de inicio presenil.

El curso de acuerdo con la terapéutica puede ser, progresivo, estático o reversible (hipotiroidismo, hematoma subdural, hidrocefalia normotensiva). Según la etiologia puede ser de inicio brusco y curso estable (enfermedad neurológica), de inicio insidioso y curso lentamente progresivo (enfermedad degenerativa) y de inicio y curso lentos (tumores, hematoma subdural, metabolopatias, etc.) El deterioro del estado general es variable. Leve, cuando conserva la capacidad de independencia, con un juicio relativamente intacto y una adecuada higiene personal; moderado, cuando necesita algún grado de supervisión y grave, cuando necesita supervisión continua, con estado vegetativo.

A lo largo de la evolución de la enfermedad aparecen una serie de complicaciones, auto y heteroagresividad, delirio, traumatismos, infecciones diversas, desorientación temporoespacial, etc. DSM-III-R para la demencia senil:

A. Pruebas evidentes de deterioro de la memoria a corto plazo (imcapacidad para recordar el nombre de tres objetos al cabo de cinco minutos) y a largo plazo (incapacidad para recordar información que le era conocida en el pasado o conocidos por todos).
B. Al menos uno de los siguientes síntomas:
1. Deterioro del pensamiento abstracto (dificultad para definir conceptos, semejanzas, significado de términos, etc.)
2. Deterioro de la capacidad de juicio (incapacidad de resolver problemas relacionados con la vida diaria, laboral, social, incapacidad de planificar, etc. )
3. Otros trastornos corticales superiores, como afasia, apraxia, agnosia y dificultades constructivas.

4. Modificaciones en la personalidad (alteración o acentuación de rasgos premórbidos).

C. Las alteraciones de A y B interfieren de forma significativa en las actividades laborales sociales y de relación .

D. No aparece exclusivamente en el curso de un delirium.
E. Además 1 o 2:
1. Demostración por la historia clínica, examen físico o pruebas de laboratorio de una causa o factor orgánico especifico que se estima etiológicamente relacionado con la alteración.
2. En ausencia de tal evidencia, puede presuponerse un factor etiológico orgánico si la alteración no puede atribuirse a ningún tipo de trastorno mental no orgánico (por ejemplo una depresión mayor que fuera responsable del deterioro cognitivo).





Demencias primarias
En este grupo están incluidas las enfermedades neurológicas degenerativas que producen demencia en sus manifestaciones clínicas. La demencia tipo Alzheimer, la demencia vascular (DSM-IV) y demencia debida a múltiples etiologías (vascular y Alzheimer). También otras entidades neurológicas degenerativas cursan con demencia (Parkinson, Pick, Corea de Huntington)

Demencias secundarias
En este grupo están las enfermedades sistemáticas que cursan con demencia por alteraciones neurológicas (hipotiroidismo, deficiencia de folatos, etc.) y las neurológicas no degenerativas (hidrocefalia de tensión normal, meningitis crónica, tumores cerebrales, etc.)

En la clasificación de las demencias nos interesa destacar aquellos cuadros demenciales que pueden remitir con terapéutica adecuada: Intoxicaciones farmacológicas crónicas, alcoholismo crónico, intoxicaciones (metales, Co, Al), carencias vitamínicas (B12, folatos, B1, PP, etc.), trastornos metabólicos (hidroelectrolíticos, insuficiencia hepática, renal o respiratoria), hematoma subdural crónico, hidrocefalias, tumores cerebrales, neurosífilis, meningitis crónica, abscesos cerebrales, enfermedad de Whiple y enfermedad de Wilson.
Síntomas:

Los síntomas de la demencia incluyen: la incapacidad para aprender nueva información; la incapacidad para recordar información que se sabía en el pasado; problemas con el pensamiento abstracto; desajuste del criterio; trastornos en otras funciones cerebrales como la capacidad para hablar eficazmente, llevar a cabo las actividades motoras o reconocer o identificar los objetos; un cambio de personalidad; interferencia con la capacidad para trabajar o llevar a cabo las actividades sociales usuales. Otros síntomas que pueden acompañar la demencia incluyen la ansiedad, la depresión o la suspicacia.



Los síntomas de la demencia podemos clasificarlos en:
  • 1.-Cognoscitivos o neurológicos: Amnesia (95-100%), afasia expresiva y receptiva (60-80%), apraxia(75%), agnosia (35-70%), trastornos del aprendizaje, desorientación (75-90%), convulsiones, contracturas musculares, alteraciones de los reflejos, temblor, incoordinación motora.

    2.-Funcionales: Dificultad para caminar, comer, asearse, vestirse, realizar las tareas del hogar y en general las de la vida diaria.

    3.-Conductuales: Reacciones catastróficas, cuadros de furor, episodios maníaco-depresivos, violencia, apatía, vagabundeo, trastornos del sueño, lenguaje obsceno, alucinaciones, ideación delirante, robos, paranoia, trastornos del juicio, conductas paradójicas, trastornos sexuales, inadaptación social, trastornos de personalidad, acatisia.

    4.-Síntomas asociados: Delirium, alteraciones sensoriales (auditivas, visuales, gustativas, olfativas), con otras patologias (cardiopatías,artritis, artrosis, diabetes, osteoporosis).






    Causa:

  • Siempre tiene una causa física.
  • Cambios en la estructura del cerebro que pueden desarrollarse debido a la herencia genética, a un desajuste químico, a una infección vírica, a toxinas ambientales, o por otras razones.
  • Demencia multiinfarto que es causada por la enfermedad del vaso sanguíneo o por muchos accidentes cerebro vasculares pequeños en el cerebro.
  • infecciones cerebrales, el SIDA, trastornos metabólicos, enfermedades neurológicas, falta de oxígeno o de azúcar en el cerebro o por una acumulación de presión en el cerebro.



    http://www.noah.cuny.edu/sp/illness/mentalhealth/cornell/conditions/spdementia.html#Definition
    The New York Hospital (El Hospital de Nueva York)
    Cornell Medical Center (Centro Médico Cornell)
    Westchester Division
    Department of Psychiatry
    21 Bloomingdale Road
    White Plains, NY 10605

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